cápsulas de germanio

Intuitivamente, el paciente se automedicó con el compuesto orgánico germanio 132, que él mismo había desarrollado.

El germanio tiene un efecto estimulante sobre el sistema inmunitario, aumentando, entre otras cosas, la producción de interferón gamma. Aumenta la utilización del oxígeno por las células, mejorando así el estado de los tejidos y órganos enfermos.

El germanio orgánico consiste en un anillo de 6 átomos de germanio, rodeados por 12 átomos de oxígeno. El germanio actúa como un pegamento que mantiene unidos los 12 átomos de oxígeno en un espacio muy pequeño, pero no reacciona con el organismo. Este oxígeno, unido al germanio, no se libera en el cuerpo, sino que actúa principalmente como un depurador de radicales para los iones H+.

Los numerosos átomos de oxígeno unidos al germanio tienen un efecto beneficioso en esta situación, ya que se unen al hidrógeno libre, despejando eficazmente el camino para que el oxígeno inhalado llegue sin obstáculos a las células y ejerza allí su efecto vigorizante. Así, el germanio orgánico permite una respiración tisular intensificada, algo que de otro modo sería difícil de lograr en el estado de la enfermedad, y el paciente desarrolla rápidamente una piel bien perfundida y extremidades calientes.

Al no producir agua innecesaria a partir de los iones H+ y el oxígeno, el organismo también se deshidrata o se mantiene seco de forma saludable.

La dosis depende del síntoma.

1: Para fortalecer el sistema inmunitario, interrumpir las ondas electromagnéticas y aumentar la concentración. Tomar 1 cápsula 1 o 2 veces al día entre las comidas.

2: Para diabetes, artritis, neuralgia, parálisis, hipertensión y arteriosclerosis. Tomar 1 cápsula 3 a 5 veces al día entre las comidas.

Para el cáncer, la recuperación postoperatoria, la prevención de metástasis, pacientes tratados con fármacos anticancerígenos, demencia, SIDA y parálisis. Tomar 2 cápsulas de 3 a 6 veces al día entre las comidas.