La cocaína se extrae de las hojas de la planta de cocaína (Erythroxylum coca). Se encuentra principalmente en los Andes de Colombia, Bolivia y Perú a una altitud de 600 a 1000 metros. Las hojas contienen aproximadamente un uno por ciento de los alcaloides conocidos como cocaína.
En los Andes y la región amazónica, la coca ha seguido siendo una parte importante de la medicina popular.
Se utiliza para todo tipo de dolores, neuralgias, reumatismos, resfriados, gripes, indigestiones, estreñimiento, cólicos, malestar estomacal, mal de altura, fatiga, debilidad, en el deseo de concebir con 850 μg de folato más fácil y el parto.
La coca se prescribe para la diabetes, como supresor del apetito, para el mal de altura, como tónico y para estabilizar el tracto gastrointestinal, por ejemplo para la diarrea. Para la bronquitis, el cáncer, la neuralgia, el insomnio, el exceso de trabajo, el nerviosismo, el TDAH, el mal de Parkinson, el síndrome premenstrual, la fibromialgia, la escoliosis, la agitación mental, la sarcoidosis, la migraña, la vejiga, etc. La cocaína se utiliza a menudo para la próstata, la epilepsia, la EPOC, las dolencias reumáticas, el asma y la tos.
En la mayoría de los casos, tiene un efecto fortalecedor psicológico y físico, un efecto analgésico, un supresor del apetito y un efecto regulador de los niveles de azúcar en sangre.
Nuestro suave método de extracción con CO2 garantiza un extracto de coca especial con una alta densidad de ingredientes naturales.
Seguramente todo el mundo ha oído hablar de la cocaína, incluido el aceite de cocaína. Por supuesto, las opiniones difieren y los prejuicios están muy extendidos. Generalmente esto proviene del desconocimiento y el aceite de cocaína se asocia inmediatamente con un efecto intoxicante. Pero esto no es así en absoluto, ya que los aceites de cocaína no tienen ningún efecto psicoactivo, sino que simplemente ayudan con muchas dolencias y enfermedades – ¡sin intoxicar! Tampoco es adictivo y una sobredosis es casi imposible.
Dosis diaria recomendada: 2 x 3-4 gotas
¡Peligro!
Cuando hace frío, nuestros aceites orgánicos se vuelven espesos porque no utilizamos emulsionantes. En
A temperatura ambiente los aceites se vuelven a diluir.